Composición del Aloe Vera

La hoja del Aloe Vera se compone de tres partes:

1. La corteza o parte externa que protege la hoja y que es lo que nosotros vemos de la planta.
2. Una capa intermedia que está entre la corteza y el gel. En ella están las antraquinonas, entre ellas la Aloína, que, si bien tiene usos terapéuticos, no se utiliza sino es para temas específicos, por expertos y en cantidades ínfimas. Consumir Aloe Vera sin haber desechado esa capa puede traer consecuencias muy perjudiciales.
3. Ya en el interior tenemos el gel propiamente dicho. Esto es lo que utilizamos para consumir.

El 99,4% de ese gel es agua. El 0,6% restante son los principios activos.

De ese 0,6% que no es agua, el 60% son mucílagos. Principalmente el acemanano que es un polisacárido y el principio activo más estudiado del gel de Aloe Vera.

Sin embargo, no es el único, está también el Aloreído, objeto de numerosos estudios también, que parece tener una acción terapéutica, incluso más potente que el acemanano.

Y la lista continúa ya que, los estudios sobre esta maravillosa planta siguen siendo objeto de la curiosidad científica en todo el planeta.

Por el momento, se han estudiado y descrito más de 400 principios activos en el Aloe Vera, entre minerales, aminoácidos, grasas, etc. y estamos aún lejos de conocerlo en profundidad.

Lo fabuloso de estos principios terapéuticos es que no solo actúan individualmente, sino que tienen acciones sinérgicas entre ellos que provocas otras acciones diferentes o complementarias, multiplicando así los usos que se le pueden dar.

En el Aloe Vera encontramos 20 aminoácidos principales. Los aminoácidos son los componentes principales de la formación de proteínas.

Encontramos también vitaminas:

• La e-beta-caroteno que es aún más potente que el beta caroteno o vitamina A
• Vitaminas del grupo B: B2–B3-B6-B12, Colina, ácido fólico
• La Vitamina C, que es casi la vitamina por excelencia.
• Vitamina E

 Y también, los siguientes principios activos:

• Sales orgánicas
• Oligoelementos
• Esteroles
• Enzimas (muchas antioxidantes)
• Ácido salicílico (antiinflamatorio)

Dicho esto, hay que tener en cuenta dos cosas:

Una, la concentración de estos principios activos en el Aloe Vera, como hemos visto, es muy pequeña.

No es un tratamiento sintomático, como pudiera ser un calmante que te tomas una pastilla y te quita el dolor. Sino que sus efectos son acumulativos.

Y dos, con el Aloe Vera, no va a tratar los síntomas, sino que vamos a tratar directamente la causa original de la dolencia,  pero, como con cualquier planta medicinal, se necesita paciencia para que actúe. Por esa razón, lo que se utiliza son concentrados. Menos agua y más principios activos.

Cuando alguien me dice, no es que yo tengo Aloe en mi casa y me hago mi propio tratamiento, les explico que no es como tomarse una tila (la cual, por cierto, también necesita tiempo y tomar muchas infusiones para notar sus efectos), sino que hay que tener en cuenta todos los factores que te acabo de contar para que comprendas que, nunca el efecto de tu Aloe casero va a tener la misma eficacia que los preparados en condiciones óptimas para que el efecto sea más rápido y eficaz.

Otra cosa a tener en cuenta y no menos importante, es que quitar la capa que contiene la Aloína manualmente es muy difícil. Por lo que, con tu preparado manual, puedes tener molestias gástricas, estreñimiento, etc. Eso en el mejor de los casos.

Lo mismo ocurre a la hora de consumir un producto de Aloe Vera manufacturado, que no todos son iguales. Es decir, que no todos ponen el mismo cuidado en su manipulación. Y puede ocurrir lo mismo que con gel casero.

Por otro lado, hay que tener en cuenta la concentración. En la mayoría de los productos que se encuentran en el mercado, dice que son Aloe Vera puro 100%, lo cual, por razones técnicas es imposible.

La máxima pureza que tenemos en Exialoe, por ejemplo, es del 95%. y como verás pone 100% natural, porque lo és, pero no 100% de concentración.

Si te pone 100% de concentración, desconfía y lee la letra pequeña, allí encontrarás (sin son honestos, la verdadera concentración de Aloe. Lo que ponen a bombo y platillo, es que la “gota” de Aloe Vera que contiene el producto el 100% Aloe Vera. Y hasta eso es falso.

Y, lo peor es que no nos podemos fiar del precio. Por lógica, tenderíamos a pensar que más caro es el producto, la calidad es mejor. Pero, eso no es un indicativo, ya que, en un mercado libre, los precios son a gusto del fabricante. A veces estás pagando una presentación bonita y la publicidad más que el producto.

La única recomendación es leer las etiquetas.